El día más fácil de mi vida

Hace unos días terminé de leer una novela de Catherine Ryan Hyde, "Favor por favor", se llama. Es el libro que inspiró la película "Cadena de Favores", cuyo protagonista es el niño del "Sexto sentido". ¿Ya la tienes? Si no la has visto te la recomiendo, aunque como siempre, es mejor el libro.

Se trata de una historia de las que hacen reflexionar y es que gira en torno a la empatía con los demás y a la importancia de responsabilizarnos de nuestros propios actos. A fin de cuentas, viene a decir que todos estamos conectados y que por alguna extraña razón, aquello que uno hace desencadena una serie de acontecimientos que nos alcanzarán tarde o temprano.

Basándome en esta premisa, a la mañana siguiente, me vestí con mi mejor sonrisa e intenté sacar lo mejor de cada persona que me encontré. Resultó ser el día más fácil de mi vida.

Entonces me di cuenta de en qué consistía: si alguien no le aguanta la puerta del ascensor a su vecino que va cargado, cuando éste llegue a casa lo pagará con su mujer, que a su vez lo pagará con el taxista, que ha quedado con su hija para comprar un colchón esa misma tarde.

Y ahí es donde entramos nosotros, donde entramos todos. Ahí pensé, ¿por qué no convertir cada tienda Dormity.com en el eslabón que cambie la dirección de la cadena? 

Con el tiempo hemos aprendido que en la atención al cliente, la calidad es muy importante, conocer las necesidades de nuestros clientes para poder ayudarles y dominar el producto son claves de éxito. Pero para nosotros, además, es primordial, la calidez, hemos integrado el ser positivos y empatizar con las personas que se dirigen a nosotros pidiéndonos asesoramiento para mejorar su descanso. 

"Hombre que no sonríe, no abre tienda", dice un proverbio chino. Nosotros ya tenemos unas cuantas abiertas, ¿hasta dónde podemos llegar si seguimos sonriendo?

David