Dormir con un pie fuera, ¿por qué lo hacemos?

Dormir con un pie fuera es algo que a todos nos sucede muchas veces, aunque hay personas que siempre lo hacen. Seguro que tú también te has preguntado por qué hacemos esto de manera inconsciente. Pues hoy vamos a desvelarte esta incógnita.

La termorregulación durante el sueño

Es cierto que cada uno tiene sus hábitos al dormir, pero dormir sacando un pie fuera tiene envuelto mucho más que una simple manía. Se trata de la termorregulación corporal. Este gesto puede parecernos de poca importancia, pero aunque no lo creas, se han llevado a cabo estudios científicos que han demostrado la importancia de dormir con un pie fuera. El Science Of Us Sleep Institute descubrió que el cuerpo exige de manera inconsciente mantener cierta temperatura para poder descansar de manera profunda y entrar en la fase de sueño REM. Cuando el cuerpo se mantiene demasiado caliente, nuestro subconsciente trabaja para estar alerta, mientras que el frío nos permite conciliar el sueño más fácilmente. Es por eso que cualquier gesto que hagamos que permita enfriar nuestro cuerpo nos permitirá dormirnos más rápido y más profundamente. Es verdad que esto podría suceder también si sacamos un brazo, pero el efecto no sería tan inmediato. ¿Quieres saber por qué? En primer lugar, la planta de los pies no tiene ningún vello que impida llegar la temperatura, ya sea fría o caliente. Además, en su piel se hallan unos termorreceptores en una cantidad más elevada que en otras partes del cuerpo. Dentro de estos termorreceptores se encuentran los corpúsculos de Krause que detectan de manera muy sencilla el frío. Enseguida se envía esta información al hipotálamo en el cerebro, y este da la orden de expulsar el calor corporal excesivo.

La importancia de la ropa de cama para no dormir con un pie fuera

La ropa de cama ha pasado por muchos avances y cambios con el paso de los años, lo cual, aunque no lo creamos, ha influido en la mejora de nuestro descanso. ¿Cuántas veces te ha pasado que la cama estaba demasiado fría, y luego demasiado caliente hasta llegar a un punto en que no has podido pegar ojo en toda la noche? ¡Seguro que muchas! A todos nos ha pasado alguna vez y uno de los motivos es por no tener ropa de cama adecuada. Nuestras sábanas, nórdicos y demás ropa de cama, deben ser transpirables ya que de otro modo, el calor se acumulará dentro de la cama y nos veremos obligados a dormir con un pie fuera. Además, empezaríamos a sudar y esto dificultaría aún más nuestro descanso. También existe la ropa de cama optimizada para regular la temperatura corporal. Es importante que tanto las sábanas, como nórdicos, protectores de colchones, fundas de almohada, edredones y cualquier prenda que usemos al dormir cumpla con estos requisitos. En la sección de ropa de cama Dormity encontrarás productos fabricados con 100% de las mejores fibras textiles las cuales favorecen la transpiración y la termorregulación. Algunos de nuestros productos son totalmente ecológicos para un mejor descanso y un sueño reparador. Algunos ejemplos prácticos: si queremos a utilizar algún tipo de protector de colchón, hemos de tener en cuenta que este sea impermeable, pero a la vez que sea transpirable, ya que si optamos por protectores de baja calidad perderemos toda aireación por muy buena calidad que tenga el colchón. Piensa que es un elemento clave para favorecer la transpiración. Durante la noche podemos transpirar mucho y un mal tejido o mal colchón puede provocar un sueño nefasto. Después del protector entramos a valorar que tipo de sábanas usar para evitar el calor. Unas buenas sábanas para reducir el calor deberían ser 100% algodón ya que estas ayudan a reducir el calor. Un buen ejemplo son las sábanas de Tencel o Diamond, que son modelos de algodón que ofrecen una muy buena aireación favoreciendo la mejor termorregulación (por no hablar de una sensación de tacto muy agradable, todo favorece al mejor descanso).

Dormir sacando un pie, ¿será culpa del colchón?

El colchón también juega un papel importante en el descanso, pues debe transpirar de forma correcta para que la termorregulación se lleve a cabo de manera natural sin necesidad de dormir con un pie fuera. Todos nuestros colchones incorporan el tejido 3D, es un tejido que aumenta el flujo de aire ya que está echo como una malla de ventilación y en consecuencia mejora notablemente la transpiración. El aire traspasa libremente, así que no se retiene la transpiración en el momento del contacto con la piel (quizás el momento clave que puede provocar más calor) Los colchones de muelles permiten una mejor aireación ya que su estructura dispone de suficiente espacio para que el aire circule con mayor facilidad. La ventilación permite que se reduzca la humedad sobre el colchón y traspasa libremente entre los muelles. Por ello, una ventaja clave de nuestros colchones de este tipo es su fabricación: Están fabricados de titanio con recubrimiento de cobre. ¿Nos os recordáis de cómo hacían ruido los colchones antes? En gran parte, debido a la oxidación. Los fabricados en titanio con recubrimiento de cobre evitan este efecto, lo que nos asegura que cumple con las mejores condiciones durante más de 10 años. Por otro lado, tenemos los colchones de espuma HR. Sin duda, y al igual que con los colchones de visco, el material es la clave. La diferencia entre un buen colchón que transpire y un mal colchón de espuma está, entre otros pocos detalles, en su composición. Asegurar siempre un material HR de alta porosidad: será capaz de mantener su recuperación ideal, pero, a su vez, permitirá la aireación del colchón y no retendrá la humedad (uno de los grandes inconvenientes de los modelos de látex). En referencia a los colchones de viscoelástico, sucede algo muy similar: la calidad de la viscoelástica es clave. Más aun porque es uno de los componentes más cercanos al contacto con el cuerpo. Así que una visco que no respire ofrecerá mucha calor. Un consejo: cuando tengas la visco delante, intenta soplar y verás la resistencia del material a que traspase el aire. Si no lo permite, seguramente será un modelo que te dará mucho calor (prácticamente como dormir encima de un plástico). Finalmente destacar los tratamientos. La tecnología en los colchones puede ser utilizada para mejorar el descanso. En el caso de la transpiración y la termorregulación pasa igual. El tratamiento Outlast®, por ejemplo, aporta un control activo de la temperatura y permite la termorregulación corporal, y la tecnología Breathair®, que es un material innovador, presenta unas condiciones de amortiguación y durabilidad excepcionales que además permite una libre circulación del aire. Sus fibras, dispuestas en una estructura tridimensional similar a la de un bloque de fideos evitan la sudoración mientras duermes. Por tanto, si escoges un buen colchón y una buena ropa de cama, ambos transpirables, podrás dejar de dormir con un pie fuera pues tu cuerpo realizará la termorregulación de forma natural. ¿Aún no duermes profundamente? Entonces es el momento perfecto para que encuentres tu ropa de cama perfecta en nuestra tienda online. ¡No dejes que el mal sueño te gane!