¿Cómo usar una almohada cervical?

La almohada cervical ha adquirido popularidad en los últimos años y no ha sido por casualidad. Además de mejorar el descanso al corregir la postura corporal, está indicada para ciertas patologías. No obstante, debemos conocer cómo usarla si queremos disfrutar de todos sus beneficios.

¿Qué almohada es mejor para el cuello?

El cuello es una zona muy delicada que soporta una gran presión a lo largo del día. Junto con la espalda, suele resentirse cuando pasamos largas horas sentados o agachados. Una inclinación incorrecta hace que forcemos el cuello más de lo conveniente. También, las malas elecciones con las almohadas pueden causarnos dolor cervical al levantarnos.

Tanto si padecemos del cuello como si solo queremos cuidarnos, la almohada cervical es una opción perfecta. Como su nombre indica, su función es la de ofrecer apoyo a la zona cervical, de forma que podamos aliviar la tensión acumulada y descansar más.

Si nos decantamos por una almohada cervical, debemos considerar también la adquisición de un colchón de una calidad similar. Ambas piezas tienen una repercusión directa en el descanso, y puesto que en la cama es donde reponemos energías, ¿qué mejor inversión que aquella que apuesta por nuestro bienestar?

Cómo se usa la almohada cervical

La almohada cervical está disponible en diferentes tamaños, así como firmezas. Para utilizarla correctamente hay que verificar que, al tumbarnos sobre ella de lado, tanto la cabeza como el cuello deben quedar en la misma línea que la columna vertebral, tal y como sucede al estar de pie.

En segundo lugar, cuando nos colocamos bocarriba, la cabeza ha de quedar completamente apoyada sobre la almohada cervical. Sin embargo, los hombros deben estar en el colchón. Nuestro tamaño, así como el de estos, será lo que determinará la medida a elegir.

Si tenemos tendencia a padecer del cuello o solemos dormir bocarriba o de lado, nos conviene utilizar la almohada cervical. En el caso de dormir bocabajo no resulta recomendable, ya que la curvatura que da soporte a las cervicales nos haría arquear el cuello con la orientación contraria.

Cuándo se recomienda usar una almohada cervical

Además de para mejorar nuestro descanso, la almohada cervical está recomendada cuando se sufren determinadas dolencias. No obstante, no está de más acudir a una consulta médica si llevamos tiempo sufriendo problemas cervicales.

Traumatismos y contracturas

Cuando se ha sufrido un accidente o tenemos una lesión, la almohada cervical puede ayudarnos a acelerar la recuperación. Puesto que suelen estar fabricadas con espuma viscoelástica, poseen un tacto muy suave que, al mismo tiempo, ofrece soporte a las vértebras.

El hecho de contar con esta sujeción mientras dormimos hace que la zona se relaje y podamos liberar tensiones. De esta manera, las contracturas remitirán con mayor rapidez y la recuperación tras un traumatismo se verá acelerada.

Dolores crónicos

Quienes sufren de dolores crónicos en la zona del cuello pueden encontrar en la almohada cervical una gran aliada. Este tipo de almohada nos ayuda a dormir en una posición correcta, por lo que se reduce la tensión y el malestar.

Ronquidos y apnea del sueño

Aunque pueden deberse a otros problemas, en muchos casos los ronquidos son causados por una postura corporal incorrecta. Cuando la cabeza y el cuello no tienen la inclinación adecuada pueden aparecer ronquidos, especialmente en quienes tienden a ellos.

Utilizar una almohada cervical no solo nos ayudará a evitar los incómodos ronquidos, sino que también favorecerá el descanso tanto de quien los padece de forma directa (la persona que ronca) como de quien duerme a su lado. Asimismo, en los casos de apnea del sueño también se recomienda el uso de una almohada cervical.

Por qué usar una almohada cervical

Acostumbrarse a la forma de una almohada cervical puede llevarnos varias noches. Después de tantos años utilizando las almohadas tradicionales, es comprensible que notemos la curvatura bajo el cuello y que nos resulta algo incómodo.

Sin embargo, si nos relajamos y dejamos que la almohada cervical haga su trabajo, el beneficio obtenido nos hará querer repetir una noche más. Una de las ventajas que presenta esta almohada frente a la tradicional es que recupera su forma original. Así, con el uso, no se apelmaza y siempre nos ofrece el soporte que necesitamos.

Por otra parte, son capaces de regular la temperatura. De este modo, podemos utilizarlas durante todo el año sin preocuparnos por pasar calor. Con una almohada cervical, ¡todo son ventajas!

Si estás pensando en pasarte a una almohada de calidad, puedes echar un vistazo a toda la variedad que tenemos disponible y encontrar aquella que más se adapte a tus necesidades. Para cualquier duda, no dudes en contactarnos.